La deuda pendiente.

Uno de los beneficios que genera el avance de la tecnología es facilitar la comunicación entre personas. Dos amigos que viven en diferentes lugares del mundo pueden compartir fotos, las empresas pueden tener empleados que viven en diferentes países, un estudiante universitario puede participar de eventos sobre biología con catedráticos de las mejores universidades e incluso, en esta etapa del Covid-19, los profesores de escuela vienen enseñando a niños y jóvenes por medio de videollamadas. 

La enseñanza es un tema muy interesante ya que el Covid-19 ha permitido que se genere mayor importancia al aprendizaje en línea.  Muchas empresas han mejorado su servicio de videollamada, en muchos foros hay padres de familia preguntando sobre qué aplicación es más segura para sus hijos, los eventos y conciertos se han transformado a versiones en línea... sin embargo hay una deuda pendiente: la accesibilidad.

Una de nuestras primeras estudiantes de Capacitadero se llama Elizabeth. Ella es una joven de Lima - Perú con discapacidad auditiva. Desde niña no escucha y se comunica por medio de la lengua de señas peruano (LSP) y la escritura. Ella trabaja todo el día y le gusta participar en concursos de running. Hace un par de años comenzó sus estudios superiores en una institución privada de Lima sin embargo tuvo una barrera: la accesibilidad. Parte del aprendizaje implicaba ver videos en línea que no tenian subtítulos y dependia de otra persona para entenderlos. 

Esta situación nos hizo hacer el siguiente experimento: observar los videos de YouTube donde se enseña sobre alguna ciencia y/o lenguajes de programación sin audio. De diez videos observados sólo 2 podían entenderse, en gran medida, ya que los usuarios utilizaron una pizarra virtual donde escribían y dibujaban conceptos. El resto fue imposible.

Muchos videos de internet y eventos en vivo no llegan a ser accesibles a personas con discapacidad auditiva e incluso en los eventos presenciales: es extraño encontrar un intérprete de señas en un teatro de Lima.

La carencia de intérpretes, la falta del sentido de accesibilidad por parte de organizaciones privadas y públicas (algunas por desconocimiento otras por desinterés) y la poca difusión de campañas de inclusión social hacen que muchos eventos, conciertos, clases y actividades públicas no lleguen a beneficiar a todos los ciudadanos.

En Capacitadero siempre hemos buscado alternativas que ayuden a reducir esta barrera de comunicación y si es con la tecnología mucho mejor!

Es así que desde julio colaboramos en una investigación que busca reducir esta barrera con Gissella Bejarano y Francisco Cerna, ambos ex estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Gissella nos comentó que uno de los objetivos de la investigación es "Construir una herramienta que ayude a traducir entre LSP y español de una manera más fácil y rápida, y que pueda estar en todos lados". Esta traducción implica que la computadora pueda tener suficiente inteligencia para interpretar la LSP y transmitir el mensaje del emisor al receptor. Gracias a la inteligencia artificial se puede lograr pero es necesario tener mucha información y colaboración de personas que dominen la LSP. Tal y como nos comentó Francisco:"Los proyectos sobre la LSP involucran tanto a personas oyentes como personas sordas". Por ello es importante la necesidad de crear una comunidad que comparta este mismo objetivo.

Un proyecto así hace que la sociedad se de cuenta de una necesidad que por años fue ignorada y en donde "Las personas sordas son protagonistas principales de los proyectos: son ellos los que conocen la lengua, los usuarios de la lengua, los que conocen la cultura de primera mano...".Siempre lo más difícil es poner la "primera piedra", por ejemplo el NVDA (lector de pantalla para ciegos open source muy famoso a nivel mundial) comenzó con dos amigos ciegos que eran amantes de los ordenadores y que dieron el primer paso al desarrollar la primera versión de este software en el 2006.

"Esto es algo que nos gustaría que existiese un día en colegios, hospitales, salas de teatro, etc. Es un sueño complicado y difícil, tal vez nos demore algunos años, si tenemos suficiente datos e investigadores." Nos comentó Gissella.

La accesibilidad es una deuda pendiente que tiene nuestra sociedad.

foto de capacitación a voluntarios